lunes, 4 de septiembre de 2017

5.- GRAN BRETAÑA: FUTBOL MULTITUDINARIO.

 Según se cree, este juego tiene origen anglosajón. Sobre su primera aparición existen varias leyendas. Se cuenta en Kingston on Thames y también en Chester que la primera vez que se jugó a este juego, se hizo con la cabeza cortada de un monarca Danés derrotado, el que había sido hostigado por las calles en una marcha triunfal. En Derby, se busca el origen aún más atrás: en una fiesta de regocijo después de una victoria sobre lo romanos en el siglo III.

     A pesar de las leyendas de Kingston y Chester, contra el origen anglosajón, habla el hecho de que no se hace ninguna mención del juego en la patria de los anglosajones en el continente de esa época y que no figura en la antigua literatura anglosajona sino que aparece sólo antes de la conquista Normanda, en una pequeña fuente Celta, la que hace mención del juego de la pelota.

   Por más que los eruditos disputen sobre el origen del juego y sobre las influencias de los cultos, una cosa no puede ser refutada: el fútbol floreció hace más de mil años en sus diferentes formas primarias justamente en esa zona que consideramos como la patria de nuestro deporte, especialmente en Inglaterra y Escocia, pero también en Irlanda y Gales. Una serie de prohibiciones y advertencias severas y menos severas nos demuestran la gran popularidad que tenia el deporte, muchas veces rechazado por las autoridades, y, a su vez, lo poco que podían hacer las autoridades más altas contra este juego, a pesar de las severas amenazas de castigo, ya que de otra manera no hubiera sido necesario que intervinieran tan frecuentemente.

    El fútbol que hoy conocemos se invento en alguno de los países del las islas Británicas, del que ya se tienen noticias en el siglo VIII. Este deporte violento se convirtió en una gran pasión, especialmente entre peleadores, luchadores, sádicos y otros grupos violentos que tenía a la bola como pretexto para las peleas que luego formaban. Heridos de gravedad, e incluso muertos, eran frecuentes en este juego que consistía en llevar la bola desde la plaza de una ciudad hasta la de la localidad adversaria. Quien llegaba primero al recinto del adversario era el vencedor, pero la violencia llegó a tales límites que el rey Eduardo II prohibió el juego so pena de muerte.

El juego que florecía desde el siglo VIII hasta el siglo XIX en las Islas Británicas, practicado en las formas más diversas según el lugar o la región, y que luego se perfeccionó hasta el fútbol que conocemos hoy - y en otra dirección al rugby - se diferenciaba notoriamente en su carácter de las formas conocidas hasta entonces. No estaba regulado, era más violento y espontáneo y no tenía limitación en el número de participantes. Muchas veces se jugaba ardientemente entre pueblos enteros y pequeñas ciudades, a lo largo de las calles, a campo a través, a través de zarzales, cercados y riachuelos. Casi todo estaba permitido, también patear el balón; pero existían seguramente juegos donde no se podía emplear el pie, por la simple razón del tamaño y del peso del balón con el que se jugaba. Los pies se empleaban más bien para frenar al adversario (a propósito, el tamaño y el peso del balón fueron determinados  nueve años después de la primera fijación de las reglas de fútbol, en 1863. Hasta  entonces, se decidía siempre, cada caso, cuando se acordaba una competición. Como en un partido entre Londres y Sheffield en 1866, evento donde además se acordó, por primera vez, la fijación de la duración del partido en una hora y media).  

     A la categoría del "fútbol masivo", sin limitación del número de participantes y sin reglas demasiado estrictas (según un antiguo manual de Workington, Inglaterra, todo estaba permitido para llevar el balón a la meta contraria, con excepción de asesinato y el homicidio), pertenece, por ejemplo, el "Shrovetide Football", que se practica todavía hoy los martes de carnaval en algunos centros tradicionalistas, tale como Ashbourne en Derbyshire, pero en forma mucho menos brusca y sin el gran número de bajas que debieron ocurrir en los siglos pasados.

    Sin embargo, existe otra posibilidad de origen: mientras que en los primeros siglos se jugaba este tipo de fútbol masivo en la Isla, en Francia, principalmente en Normandia y Bretaña, se practicaba un juego muy similar. Quizás fue en esta forma que los Normandos llevaron la lucha por el balón a Inglaterra.

    En Francia se jugaba un juego parecido al fútbol desde épocas inmemoriales, que no tenia conexión con el Haspartum romano, y continuo jugándose en lo que hoy es Francia. El juego se llamaba Soule y, hacia el siglo XI, se jugaba por todas las clases sociales. El Soule, era un juego parecido al Calcio Fiorentino, pero distante del fútbol, que atravesó rápidamente las fronteras y llegó a Gran Bretaña, donde evolucionó y se fue perfeccionando hasta llegar a convertirse en lo que hoy conocemos como Rugby. En el País Galo fue prohibido dos veces, una en 1319 por el rey Felipe V y otra en 1369 por Carlos V, debido a la violencia.

     No es sino hasta el siglo XII que se encuentran evidencias de algún tipo de fútbol practicado en Inglaterra. Este era el deporte del que en la edad media se conocieron varios tipos. Era un fútbol que tenía lugar entre Federaciones o grupos rivales en villas y ciudades y también entre pueblos y parroquias. Tomaban parte una gran cantidad de jugadores y los “arcos” (porterías) podían estar separados más de un kilómetro. Eran juegos violentos y peligrosos, estaban asociados especialmente con el Carnaval y se llamaron fútbol de carnaval. Algunos de estos juegos sobrevivieron en Inglaterra hasta bien entrado el siglo XX. Una sucesión de edictos reales de Reyes ingleses llevaron a la supresión del fútbol.

     Se jugaban partidos entre hombres casados y solteros, tradición que se conservó en algunos lugares de Inglaterra durante siglos, o partidos entre mujeres casadas y solteras en Inveresk (Escocia) a fines del siglo XVII (se cuenta que ganaban siempre las mujeres casadas, quizás por obligación). Parece que tampoco el fútbol femenino es tan nuevo como se suele creer.

    Durante la guerra de los cien años entre Inglaterra y Francia, de 1338 a 1453, el fútbol no era bien visto en la Corte.  Eduardo III, Ricardo II, Enrique IV y Enrique V imponían una pena a todos los que practicaban el fútbol, ya que creían que privaba a sus súbditos de practicar los mucho más útiles ejercicios militares, principalmente el tiro con arco, puesto que los arqueros eran una pieza muy valiosa e importante en el ejercito ingles.

    Todos los reyes escoceses del siglo XV se sintieron obligados a emitir Juras advertencias y prohibiciones contra el fútbol. Muy famoso es el decreto publicado por el parlamento convocado por Jaime I en Perth en 1424: "That no man play at the Fute-ball" (Que ningún hombre juegue al fútbol). Todo esto no sirvió de mucho. El amor por la lucha por el balón no podía ser extirpado.  

   La locura futbolística fue muy violenta durante la época Isabelina en Inglaterra. Al entusiasmo futbolístico local se puede añadir del ya mencionado con anterioridad juego Italiano. La influencia de la Italia del Renacimiento de los siglos XVI y XVII, principalmente en Florencia, pero también en Venecia y otras ciudades, se conocía una forma de juego propio llamado  como dijimos "Calcio". Este juego estaba seguramente mejor reglamentado y era un espectáculo muy impresionante cuando en ciertos días festivos en Florencia se enfrentaban los equipos vestidos con libreas de colores en las manifestaciones de gala.

    Hasta esa época, la oposición al fútbol se debía a reflexiones prácticas, pues se decía que era el causante de tumultos y daños materiales, como por ejemplo en 1608 en Manchester, donde una nueva prohibición fue justificada con la explicación de que el fútbol causaba muchas roturas de vidrios de ventanas. En el correr del siglo XVI, se sumaron otros ataques: en los lugares donde comenzó a expandirse el puritanismo, se hacia también la guerra a los entretenimientos "libertinos" y, entre ellos, figuraba el deporte en general, con el fútbol a la cabeza. Se lo consideraba, en primer lugar, como un perturbador del descanso dominical. Ataques similares fueron dirigidos también contra el teatro, en el cual los puritanos comprometidos veían una fuente de ocio y de vicio. En esta época comienzan los domingos ingleses sin entretenimientos, que se establecieron en la época de la "Commonwealth" y del dominio de los puritanos (pese a que se cuenta que justamente Oliver Cromwell fue un robusto jugador de fútbol en su juventud). De esa época en adelante, el fútbol será una cosa tabú los días domingo, y permaneció así los siguientes trescientos años, hasta que se lo pudo practicar de nuevo, primero en forma no oficial y luego oficialmente aceptado por la "Football Association", pero dentro de una medida sumamente modesta.

    Todas estas influencias no pudieron extirpar el fútbol de la Isla, por más duras que ellas fueran. Por ejemplo, en Derby, las autoridades tentaban continuamente, entre 1731 y 1847, poner fin al fútbol masivo en las calles, teniendo que aplicar al final la ley contra la insurrección para alcanzar su meta.
Durante varios siglos no se registró casi ningún desarrollo en el fútbol. Este deporte, prohibido durante casi 500 años, no pudo ser eliminado, pero tampoco salió de su rudeza, violencia y falta de reglamentación. Recién a comienzos del siglo XIX se vislumbra un cambio: el fútbol fue ganando cada vez más terreno en los colegios, principalmente en los "public schools", y fue en este ambiente que se renovó y refinó. 
   Tiempo después se volvió a permitir la práctica de este deporte que en la mitad del siglo XIX evolucionó y comenzó a ser llamado rugby. Entre la gran cantidad de clubes que lo practicaban, había algunos que preferían llevar la bola con los pies, lo que empezó a ser llamado football (balompié). Doce clubes adeptos a esta modalidad se reunieron para tomar una decisión que cambió la historia: querían practicar un juego menos violento y con reglas diferentes a las del rugby.

    En Inglaterra, el juego siguió siendo rudo y poco elegante, pero encontró en esa época un seguidor prominente, que lo alababa por otras razones diferentes a las de los jugadores, con su simple placer en la lucha por el balón. Richard Mulcaster, el famoso pedagogo, director de los renombrados colegios de Merchant Taylors' y de St. Pauls, le adjudicó a la causa valores educativos positivos: señaló que el fútbol fomentaba la salud y la fuerza, que había que eliminar las brusquedades y la gran dureza, que seria ventajoso para el juego limitar el número de participantes y que se necesitaba un árbitro severo.

    Pese a todo, el fútbol continuaba siendo un juego sin reglamentación, es decir, no existía una forma determinada de juego. Cada colegio aplicaba sus propias reglas, las cuales divergían, a veces, considerablemente entre sí. A parte de aferrarse a las tradiciones, mucho dependía también de los terrenos de juego a disposición. En los lugares donde se jugaba en patios de colegios, con suelos empedrados y muros, no había lugar para partidos en masa. Es así que los colegios de Charterhouse y Westminster, así como Eton, Harrow, Winchester y Shrewsbury, hacen evidencia, por sus condiciones especiales, de ser la cuna del fútbol, donde era más importante la habilidad en el dribbling que la potencia del tumulto. Por otro lado, los colegios como Cheltenham y Rugby tendían más hacia el juego rudo, donde el balón se podía jugar y hasta llevar con la mano. Todas estas formas primarias experimentaron un auge cuando en los círculos educacionales se dejó de considerar el fútbol como un simple medio de desahogo de la juventud y se comenzó a reconocerle valores educacionales. Primero sirvió para distraer a sus participantes de otros pasatiempos poco deseables, tales como la bebida y los juegos de azar, pero luego se introdujo un modo de ver que llevó a una especie de "culto de juego" en los "public schools". En el fútbol, juego de equipo, se descubrió un excelente medio de fomentar la lealtad, la facultad de sacrificio, la colaboración mutua y la subordinación a la idea de equipo. El deporte comenzó a figurar en los horarios y la participación en el fútbol se hizo obligatoria. Una contribución esencial al respecto provino de parte del Dr. Thomas Arnols, director del colegio de Rugby.

    En 1846 se realizó el primer intento serio de establecer un reglamento. Fue promovido en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, que prepararon un encuentro entre representantes de las escuelas públicas más importantes para intentar crear un juego de reglas estandarizado. Llegaron a un acuerdo y formularon diez, conocidas como 'las reglas de Cambridge' y que se describió como 'el juego sencillo'.

   En 1846, se fijaron en Rugby las primeras reglas de fútbol con carácter obligatorio. Sin embargo, el juego se mantuvo rudo: por ejemplo, estaba permitido patear la pierna de adversario debajo de la rodilla, pero no estaba permitido sujetar al adversario y patearlo al mismo tiempo. También estaba permitido jugar con la mano y, desde que en 1823, para sorpresa de su equipo y de los adversarios, William Webb Ellis corrió con el balón debajo del brazo, se permitió llevar también el balón con la mano. Muchos otros colegios adoptaron las reglas elaboradas en Rugby, otros se opusieron a este tipo de fútbol, por ejemplo, Eton, Harrow y Winchester, donde no se permitía llevar el balón con la mano y donde figuraba en primer lugar el dominio de la pelota con el pie. También Charterhouse y Westminster apoyaron el juego sin las manos, pero no se aislaron como algunos colegios, sino que fueron los puntos de partida para la difusión de su propia versión del juego. 

   A comienzos del Siglo XIX comenzó a practicarse el 'dribbling-game' en las escuelas públicas y de ahí pasó a las universidades más importantes como las anteriormente mencionadas de Oxford y Cambridge, donde se escribieron y quedaron ratificadas las primeras reglas -el Primer Reglamento de Cambridge aparecido en 1848. En 1855 se fundó el Sheffield Football Club, el club más antiguo del mundo, y en 1862 comenzó a existir el Notts County, el club de liga más antiguo del mundo.

    En 1863, el desarrollo se fue acercando a una decisión. En la Universidad de Cambridge, donde en 1848, en el círculo de antiguos estudiantes de diferentes colegios, se había intentado unificar la gran variedad de versiones en un denominador común, se trató nuevamente de hallar esta Base común y fijar reglas aceptables para todos. La mayoría se pronunció contra los métodos rudos, tales como hacer zancadillas, patear la canilla del contrario, etc., y también contra el juego con la mano. La fracción de Rugby se retiró después de estos resultados. Ellos hubieran prescindido de patear la pierna del adversario - cosa que se suprimió más adelante de las reglas del rugby -, pero no querían prescindir del juego con la mano y de llevar la pelota debajo del brazo.

    En ese mismo año de 1863 se funda la Football Association, en Londres, naciendo el denominado 'juego moderno' o 'fútbol asociado' y separando este juego del actual rugby. La separación entre el rugby y el fútbol o soccer británico surgió en la Universidad de Rugby, donde comenzó a jugarse un deporte que permitía coger el balón con las manos y correr con él.

    La reunión de Cambridge fue un intento de introducir Orden en el entrevero de las reglas. Pero el impulso decisivo lo dio una serie de encuentros que tuvieron lugar en los últimos meses del mismo año 1863 en Londres. Once clubes y colegios londinenses, interesados en darle una base correcta a sus partidos por intermedio de un reglamento válido para todos, enviaron a sus representantes el 26 de octubre de 1863 - el cumpleaños de la Football Association - a la "Freemasons Tavern". Los eternos puntos de discordia - patear la canilla, hacer la zancadilla, llevar el balón con la mano - fueron discutidos en detalle en esta reunión y en otras similares. Finalmente, en la última reunión del 8 de diciembre, los férreos defensores del rugby, que estaban de todas maneras en la minoría, se retiraron definitivamente. No querían participar en un juego donde no estaba permitido hacer la zancadilla o patear las canillas de los adversarios o llevar el balón con la mano. En este punto divergían definitivamente las opiniones. El 8 de diciembre de 1863 fue el día en que el fútbol se separó del rugby. Esta separación fue más evidente seis años más tarde, cuando en las reglas de fútbol se prohibió en general el juego con la mano (no sólo llevar el balón con la mano)

    Ocho años después de la fundación, en 1871, la Asociación Inglesa de Fútbol contaba ya con 50 clubes. En este año se celebra la primera competición organizada de fútbol del mundo: la Copa Inglesa, la cual nació 17 años antes que el campeonato de liga. 

    Mientras que en el continente europeo y en otras partes del mundo casi no se hablaba de fútbol organizado, en Gran Bretaña se organizaban ya partidos internacionales, siendo disputado el primero en 1872 entre Inglaterra y Escocia. A finales de la década de 1870, comenzó una larga, y a veces mordaz, disputa sobre los pro y los contra del profesionalismo y si los jugadores debían o no ser pagados con dinero como compensación por los salarios perdidos al tomar parte en un partido.

    Con el incremento del fútbol organizado y el ya sorprendente alto número de espectadores, se presentaron los inevitables Problemas con los cuales tuvieron que enfrentarse los otros países mucho más tarde: el ya mencionado profesionalismo. La primera referencia al respecto data del año 1879, cuando un pequeño club de Lancashire, Darwen, alcanzó dos veces un empate sensacional contra el imbatible Old Etonians, antes de que los famosos aficionados londinenses pudieran asegurarse la victoria. Dos jugadores del equipo de Darwen, los escoceses John Love y Fergus Suter, parecen haber sido los primeros en haber recibido dinero por su arte futbolística. Estos casos se multiplicaron y ya en 1885, la Football Association estuvo obligada a legalizar oficialmente el profesionalismo. Esto fue cuatro años antes de que se fundaran las primeras asociaciones nacionales fuera del sector británico, la de Holanda y la de Dinamarca. 

    La idea de una Copa de Fútbol Asociación fue del secretario de la Federación, quien propuso sus planes en una reunión a la que asistieron doce clubes en octubre de 1871. Participaron quince clubes en la primera competición en 1872, que fue ganada por los Wanderers. Hasta 1892, casi todas las finales se celebraron en Londres, que es más conocido por el críquet. Hasta 1883, todos los ganadores fueron clubes de aficionados. Los Wanderers ganaron seis veces; los Old Etonians ganaron dos veces y fueron segundos en seis ocasiones. También en 1872 se celebró el primer partido internacional (entre Inglaterra y Escocia), y en 1878 se celebró el primer partido con luz eléctrica.
 
    En 1885 se legalizó por fin el profesionalismo, pero la discusión continuó durante años y afectó a otros países. Otro evento importante fue la creación de la Liga de Fútbol en 1888; ésta se convirtió en un modelo para otros países que posteriormente la imitaron.
 
    Esta adopción se desarrolló con rapidez en Europa y muchas otras partes del mundo a finales del siglo XIX. Los soldados británicos, así como los marineros, funcionarios de las colonias, hombres de negocios, ingenieros y maestros exportaron el juego a través del mundo, como hicieron con el críquet y otros juegos y deportes. La pauta fue la misma. Mostraban una pelota, comenzaban a jugar y luego invitaban a los locales a unírseles.
 
    En Viena había una gran colonia británica que fue la responsable de la creación del primer club de fútbol de Viena, del que derivó la Federación de Austria. Un austriaco,  miembro del Club de Críquet de Viena y secretario de la Federación de Austria (fundada en 1904), tuvo una gran influencia en el desarrollo del fútbol en Europa y fue el principal impulsor de la Copa Mitropa (el prototipo de los eventos europeos de club modernos) y de las competiciones de la Copa de Naciones. Dinamarca fue otro de los países europeos que comenzó pronto a practicar el juego.  Los residentes ingleses en Italia fundaron el Club de Fútbol y Críquet de Génova, y el Génova (1892) es el club más antiguo de la liga italiana; la Federación Italiana se creó en 1898. En Hungría, el juego comenzó en la década de 1890 (la Federación se fundó en 1901) y en el primer equipo húngaro había dos jugadores ingleses. En Alemania y los Países Bajos, el juego arraigó hacia 1900 (cuando se fundó la Federación Alemana). Hacia 1908 había 96 clubes holandeses. La Federación Holandesa se fundó en 1889. En 1887, dos propietarios ingleses de hilanderías, introdujeron el fútbol en Rusia cerca de Moscú. A finales de la década de 1890, la Liga de Moscú estaba funcionando.


    A principios del siglo XX, el juego estaba extendido por toda Europa y la mayoría de los países habían formado su asociación de fútbol: Bélgica (1885), Checoslovaquia (1901), Finlandia (1907), Luxemburgo (1908), Noruega (1902), Portugal (1941), Rumania (1908), España (1913), Suecia (1904) y Suiza (1895).
 
    En Sudamérica, los marineros británicos jugaron al fútbol en Brasil en la década de 1870, pero su principal impulsor fue Charles Miller, hijo de unos emigrantes ingleses. Animó a los trabajadores ingleses residentes a formar clubes. El primer club importante brasileño fue el Asociación Atlética Mackenzie en São Paulo.
 

     En Argentina, el juego fue introducido por los residentes ingleses en Buenos Aires, y la Federación se fundó en 1891. Sin embargo, arraigó con cierta lentitud y al final fueron los emigrantes italianos los que hicieron popular el juego. Chile formó su federación en 1895, Uruguay en 1900 y Paraguay en 1906. La influencia británica en Sudamérica es evidente en los nombres de algunos clubes: Corinthians en Brasil, Everton y Rangers en Chile, Liverpool y Wanderers en Uruguay, River Plate y Racing Club  en Argentina.



* .-  Wikipedia. FEDERACION CANTABRA DE FUTBOL.  RAUL GOMEZ SAMPERIO. futbol y punto. FIFA News 1979.  Dr. Wilfried Gerhardt. FutbolHistoria 2000 © - webmaster@futbolhistoria.com.ar. Enciclopedia Libre Universal en Español.  FÚTBOL TOTAL. selección vinotinto. Más de 2000 años de fútbol. federación internacional de football asosiado (FiFa).




     Mes de julio del 2017, Centenario año del Ayrón C.F. de Vargas, representativo club del municipio de Puente Viesgo.
 

Pedro de la Vega Hormaechea



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